No es falso decir que nuestro apostolado va de maravilla en maravilla, independiente de lo que nuestros difamadores puedan decir o inventar. ¿Acaso se puede obstaculizar a Dios? ¿Acaso se puede impedir el impulso de Dios Espíritu Santo que ilumina las mentes de los Apóstoles Palmarianos para llevar adelante su gran apostolado? Estamos en la hora del caos religioso en el mundo. Ahora más que nunca la apostasía de la iglesia romana se ha manifestado claramente. Ahora Dios Espíritu Santo está empujando como nunca para dar a conocer a la Iglesia Verdadera, la Iglesia, Una, Santa, Católica, Apostólica y Palmariana. El Espíritu Santo está indicando al mundo dónde está la Iglesia Verdadera y dónde está el Papa Verdadero. Estas dos cosas van juntas, no se puede tener Verdadera Iglesia sin tener al Papa Verdadero. Insistimos en llamar a la Iglesia Católica Palmariana la Iglesia Verdadera, pues hay tantas iglesias falsas que para distinguirla de las demás la llamamos Verdadera. También para que las personas se pongan a pensar si están en una iglesia verdadera. Nuestro Señor Jesucristo dijo: «Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue no anda en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida sobrenatural». Por eso tenemos que seguir a Jesús, tenemos que pertenecer a Su Cuerpo Místico, y solamente esto puede ser si somos miembros de la Iglesia que Él fundó en el Calvario. Cristo fundó su Iglesia en el Calvario y prometió estar con Ella hasta la consumación de los siglos.
Todos tienen que ser fieles a Cristo y buscar el camino para ingresar en la Iglesia Católica Palmariana. Acudiendo a la Santísima Virgen María es el camino más seguro. Ella, que es la Gran Obradora de Milagros, obraría un milagro por cualquier persona que deseara estar en la Iglesia Verdadera. Dios no pide que se crea en la Iglesia Palmariana simplemente porque alguien dice que la Verdadera Iglesia es la Palmariana, sino que da señales claras y evidentes para reconocer a Su Santa Iglesia. Estas señales las recibieron muchas personas que estuvieron presentes durante los éxtasis de San Gregorio XVII Magnísimo, (Clemente Domínguez y Gómez en el mundo). Muchas personas recibieron la gracia de oler perfumes celestiales. Otros vieron comuniones místicas, y otros también columnas de humo. Los que han leído una gran cantidad de publicaciones en nuestra página web pueden concluir que de verdad la Iglesia Palmariana es la verdadera.
En YouTube por fin estamos consiguiendo aumentar el número de suscriptores de manera extraordinaria. En seis años solamente se suscribieron 7.000 personas, que es un número muy pequeño e insignificante. En el último mes sin embargo prácticamente se ha duplicado ese número, y hay indicios claros que el aumento seguirá. Pronto publicaremos un video con el Santo Padre hablando por unos veinte minutos. Muchísimas personas desean escuchar la voz del Vicario de Cristo. Se hizo un anuncio sobre este video en las redes sociales: https://youtube.com/shorts/MZUKQPRxdpI?feature=share
Tuvimos una exitosa Semana Santa como siempre. Vinieron fieles palmarianos de muchos países del mundo. Hemos de dar una vez más gracias a Dios y a su Santísima Madre por el éxito de los Cultos Divinos realizados en su honor y gloria. La oración confiada y humilde alcanza de Dios todas las Gracias y necesidades. Ya están saliendo los videos en YouTube en nuestro canal @IglesiaPalmariana. La Semana Santa Palmariana tiene las mismas fechas todos los años, 20 de marzo – 27 de marzo.
El día 30 de marzo tuvo lugar la ceremonia de la veneración de la Sagrada Imagen de Nuestra Madre del Palmar Coronada. Mientras que todos los presentes iban en fila para venerar la Sagrada Imagen, se cantaron bellos himnos marianos. Hubo un gran número de fieles presentes en este alegre y solemne acto de amor y veneración a la Reina de los Cielos, nuestra Santísima Madre, la Divina Virgen María. Como conclusión, el nombre de Iglesia Palmariana es muy apropiado para la Iglesia Católica en estos tiempos: Palmariana para el Sagrado Lugar de las Apariciones de El Palmar de Troya, y Mariana por la devoción excepcional que la Madre de Dios recibe de sus fieles devotos en la Santa Iglesia Palmariana.
Hubo muchos mártires en la historia que dieron sus vidas por la fe Católica y ahora están gozando en el Cielo. Menos mal que no se sufre en el Cielo, porque si existiera el sufrimiento allí los santos estarían sufriendo terriblemente. ¿Por qué? Porque a los motivos de sus martirios por defender la fe hoy día no se dan importancia. ¡Cuántos santos fueron martirizados horriblemente por no aceptar el anglicanismo del perverso rey de Inglaterra Enrique VIII! El entrar en las iglesias anglicanas o a cualquier iglesia no Católica siempre fue excomunión para los fieles Católicos. El día 29 de mayo del año 1982 el antipapa Juan Pablo II entró en la catedral anglicana de Canterbury para concelebrar misa con otros obispos anglicanos. Juan Pablo II en aquel día cometió un acto penado con la excomunión, un acto vergonzoso e insultante a Cristo y a los santos mártires.
No podemos olvidar el pasado. La Historia Eclesiástica Palmariana nos enseña que en el año 1534, el parlamento inglés pronunció el Acta de Supremacía, que reconocía al rey como suprema y única cabeza de la iglesia en Inglaterra, con pleno poder civil y eclesiástico. La iglesia de Inglaterra rompía con la Iglesia Católica. El canciller Tomás Cromwell, obligó a eclesiásticos y seglares a prestar juramento a las leyes de sucesión y supremacía del rey, amenazando con duras penas, e incluso con la muerte, a los que se negaran a hacerlo. Fue casi general la defección del episcopado, de los demás eclesiásticos, del mundo intelectual y de gran parte del pueblo. Pero no faltaron, también, almas generosas, dispuestas a dar la vida en defensa de la Iglesia y en testimonio de la verdad. En general, entre las Órdenes Religiosas, los cartujos fueron los que más víctimas ofrecieron en la persecución. El mismo heroísmo manifestaron los franciscanos de la estrecha observancia; pues la Orden entera se negó a prestar el juramento y el rey hizo cerrar los siete monasterios de Londres, y mantuvo en prisiones a doscientos de sus miembros, y cincuenta murieron en ellas. Algo semejante sucedió con los agustinos de Monte Sion. Entre los numerosos mártires, destacaron el Obispo San Juan Fisher y Santo Tomás Moro, ambos encerrados en la Torre de Londres, y decapitados en 1535.
En 1536, se celebró entre anglicanos y luteranos, la llamada confesión de Wittemberg, Alemania, en donde Melanchton, mano derecha de Lutero, redactó «los diez artículos», los cuales fueron luego presentados al parlamento inglés, que los aprobó casi literalmente, salvo pequeños cambios, constituyendo la primera fórmula de fe anglicana. Ésta fue luego revisada en 1537, y entró en vigor la segunda fórmula o Libro de los obispos, en la que se definen los puntos fundamentales del anglicanismo, que en oposición a Lutero mantuvo la dignidad episcopal. Fueron disueltas las órdenes religiosas, cerrados los monasterios en todo el reino y sus bienes incautados.
Nos han escrito varios obispos anglicanos con deseos de ser admitidos en la Santa Iglesia Palmariana, pero mientras no renuncien a todas sus herejías no hay nada para hacer. La Iglesia Palmariana no tiene diálogo con otras religiones, sino que presentamos la fe verdadera y el que lo acepta ¡maravilloso! y él que no lo acepta pues que siga su camino porque nosotros siempre nos mantendremos fieles a la doctrina Católica de siempre.
Esperamos que las multitudes de personas que nos están encontrando en Internet, tengan cautela ante las muchas difamaciones que otras personas ignorantes y soberbias publican. El camino al Cielo es un camino de sacrificio. La Iglesia Católica Palmariana está inspirada y guiada por Dios Espíritu Santo y por María Santísima. Siempre hay que acudir a la oración y rezar devotamente a la Virgen María para tener luz y claridad sobre la Iglesia Verdadera.
