21º Informe sobre la página web de la Santa Iglesia Palmariana – Iglesia Catolica Palmariana

21º Informe sobre la página web de la Santa Iglesia Palmariana

Una vez más presentamos las buenas noticias del apostolado de la Santa Iglesia Palmariana. Se han hecho grandes esfuerzos en este último mes de agosto para difundir la devoción a la Santa Faz de Jesús. Hemos podido penetrar en lugares lejanos y remotos del mundo, llevando hasta los confines de la tierra el conocimiento de la Iglesia Católica Palmariana a través de un hermoso video de la Santa Faz. Presentado en diez distintos idiomas, el Santísimo y bellísimo Rostro de Nuestro Señor Jesucristo habrá tocado el corazón de muchos, impulsándoles a amarle más y animándoles a aproximarse a Su Iglesia Verdadera, que es pequeña en número, pero grande en virtud. Están todos invitados a entrar en este pequeño paraíso, que es la Iglesia de Cristo, cuya Sede está ubicada en el Sagrado Lugar de las Apariciones de El Palmar de Troya. Por medio de la Santa Faz de Jesús, hemos tirado un salvavidas para que los hombres de buena fe y con humildad puedan agarrarse a él y acercarse más a la Iglesia, Una, Santa, Católica, Apostólica y Palmariana, recordando siempre que la Iglesia Palmariana es el Cuerpo Místico de Cristo. Seguiremos lanzando este salvavidas espiritual que es la Santa Faz para que los que son de buena fe y humildes de corazón se acerquen a Cristo y a su Iglesia. Recordaremos la sentencia que pronunció la Santa Faz en una de las apariciones que tuvo Clemente Domínguez, hoy el Papa San Gregorio XVII Magnísimo, en el Sagrado Lugar del Lentisco de El Palmar de Troya: «Hijos míos: os encamináis a la santidad, porque el que adorare mi Rostro recibirá la gracia de la santidad, y todo lo que pidáis a mi Madre después de adorar mi Rostro, Ella os lo concederá».

El pasado mes de agosto el porcentaje de visitantes a nuestra página web aumentó un 10% con respecto al pasado mes de julio. Rusia ha vuelto a aparecer en la lista de los treinta países con mayor número de visitas a nuestra página web. Argentina y Brasil siguen en primer y segundo lugar respectivamente, pero Brasil se va acercando cada vez más a Argentina. India está haciéndose cada vez más importante, tomando el sexto lugar. También Camerún subió varios lugares hasta tomar el puesto número 12

He aquí una lista de los treinta países con mayor número de visitas a nuestra página web:

1.Argentina11.Alemania21.Kenia
2.Brasil12.Camerún22.Ecuador
3.México13.Congo – Kinshasa23.Paraguay
4.España14.Nicaragua24.Republica Dominicana
5.Filipinas15.Polonia25.Venezuela
6.India16.Francia26.Irlanda
7.Colombia17.Costa de Marfil27.Canadá
8.Estados Unidos18.Chile28.Rusia
9.Perú19.Italia29El Salvador
10.Nigeria20.Reino Unido30.Portugal

Gracias a Dios y a su Santísima Madre, tenemos un Papa muy entregado y dedicado a ensalzar la grandeza de nuestra Santísima Madre, la Virgen María. Bien sabemos que la Madre de Dios, la hija predilecta de Dios Padre, apareció en el Sagrado Lugar de El Palmar de Troya para dar continuidad a la Iglesia fundada por su Divino Hijo Jesucristo en el Calvario. Ella, al aparecerse a las cuatro niñas, dio comienzo a una obra espiritual trascendental para el bien de la Iglesia. Su Santidad el Papa Pedro III con su gran ímpetu espiritual, cada vez más va enriqueciendo a la Iglesia Palmariana con cartas de suma importancia para el bienestar de las almas. También su entrega se demuestra al ver cómo ha conseguido embellecer la Catedral, los Altares e Imágenes de nuestra Madre Celestial, lo cual merece un reconocimiento muy especial. Durante el reinado del actual Papa, se ha cumplido el deseo de la Virgen Santísima de ser venerada mundialmente bajo Su primordial título de Nuestra Madre del Palmar Coronada. Su Imagen y el manto tan hermoso, que fue diseñado y fabricado por las monjas de Nuestra Orden, ya han sido vistos por una multitud de personas. El mundo está asombrado de la belleza de esta Imagen, su paso y los bordados tan hermosos. Tan profesionalmente trabajan las monjas de nuestra Orden que, según los comentarios recibidos, ya han superado al Vaticano en bordados artísticos. Siempre se debe recordar que María, la Madre de Dios, es Nuestra Madre también. La vida de entrega del Santo Padre a la Iglesia Palmariana cierra para muchas almas las puertas del infierno y les abre un pasadizo para entrar en el Reino de los Cielos.

Quizás la misión más importante que cumple Su Santidad el Papa Pedro III y los Obispos de la Santa Iglesia Palmariana es ofrecer a Dios una gran cantidad de Santas Misas diariamente. Nunca faltan en la Basílica de Nuestra Madre del Palmar Coronada los tres turnos de Santas Misas cada tarde. En cada Misa se vuelve a traer el Sacrificio de Cristo y María del Calvario al Altar, para que se repartan las Gracias sobre la Iglesia y sobre el mundo. El primer Papa de la Iglesia Palmariana, San Gregorio XVII en su Cuarto Documento Pontificio explicó: “Sabemos que la oración más grande que se puede dirigir a Dios, es la Santa Misa: Pues, como sabemos, la Santa Misa es el Sacrificio del Calvario, incruento, pero real. La Víctima Propiciatoria es el mismo Cristo, que se inmola en el Altar. De ahí se desprende la gran necesidad de innumerables Misas en todo el Orbe. Pues, como sabemos, los pecados de nosotros los hombres, son ofensas infinitas dirigidas a Dios Padre. Si los pecados son ofensas infinitas, para reparar al Eterno Padre necesitamos reparaciones infinitas: Las cuales, se cumplen en el Santo Sacrificio de la Misa, por ser la Víctima Cristo mismo, el cual, además de ser verdadero Hombre, es verdadero Dios. Por tanto, la Víctima repara infinitamente.”

El día 8 de septiembre fue un día muy especial para la Iglesia Palmariana. En primer lugar, fue la Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María y se celebró en la Basílica Catedralicia con gran devoción y amor, como es de costumbre en la Iglesia Palmariana. Fue un día aún más especial porque siete religiosos tomaron el hábito ese día; cinco monjas y dos hermanos. Con estas nuevas vocaciones religiosas, se puede percibir cada vez más el triunfo inminente de la Verdadera Iglesia de Cristo, que ahora es la Santa Iglesia Palmariana. Para el mundo, la vida religiosa es una pérdida de tiempo, pero a los que se entregan a la vida religiosa, Cristo y María les dan tanto consuelo, que a ellos les parece que han puesto ya un pie en el Cielo. Para meter los dos pies en el Cielo solamente falta perseverar hasta el final en esta Santa Orden de los Carmelitas de la Santa Faz. Para una familia palmariana lo más grande es tener un hijo o una hija en la Orden.

En la Santa Iglesia Palmariana está prohibida la contracepción de los hijos de cualquiera de las formas. El fin principal del matrimonio es la procreación, por lo tanto, es una ofensa a Dios el reducir el número de hijos. Uno de los premios que Dios da a los matrimonios fieles al plan divino de la procreación, a los que tienen muchos hijos, es conceder la vocación religiosa a uno o varios de sus hijos. Tenemos el ejemplo de una familia palmariana de trece hijos. Cinco ya han entrado en la vida religiosa. Uno es Obispo, otro hermano religioso y tres son monjas. Otro matrimonio palmariano ha sido bendecido con cuatro hijas entrando en la vida religiosa, y hay otros casos con dos o tres vocaciones en la misma familia.

Para finalizar damos gracias a las Divinas Personas, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo por haber elegido a esta Santa Orden para propagar las grandezas y excelencias de nuestra Santísima Madre, la Divina Virgen María, Reina de los Cielos y la Tierra. Nadie comprende el amor que la Santísima Trinidad tiene por esa Predilecta Criatura. La Doctrina Palmariana enseña que la Santísima Virgen María, real y perfectísima criatura, es la verdadera Madre de Dios, concebida, eternamente, en la Mente Divina como idónea Compañera. También es importante recordar que María Santísima es la Mujer anunciada en el Génesis para aplastar la cabeza de la infernal serpiente. María Santísima es Medianera Universal en la Dispensación de todas las Gracias, la Omnipotencia Suplicante. Por lo tanto, debemos acudir a Ella en todas nuestras necesidades espirituales y materiales con la plena confianza de que Ella sin duda nos atenderá.